lunes, 4 de marzo de 2013

Pluralidad de formas políticas en Europa; Italia.

El modelo de absolutismo solo define a la Europa occidental ya que en el siglo XV y XVI encontramos al norte y este de Europa monarquías muy distintas.
En Polonia, Hungría, Suecia y Dinamarca las coronas eran electivas y más al este la autoridad era la impuesta por costumbre y existía una máxima autoridad secular y religiosa.
Estas diferencias con la monarquía absoluta se mantendrán más adelante hasta conseguir una evolución histórica diferenciada del Occidente europeo.
Centrándonos en Italia, encontramos un país muy bien poblado, con una próspera agricultura, una gran industria pañera y sedera así como un poderoso comercio.
Se convirtió, además, en un país muy rico debido a los banqueros genoveses y alemanes que representaban el capital internacional de la segunda mitad del siglo XVI. Gracias a esta riqueza pudieron apoyar a las artes.
Desde la paz de Lodi (1454) encontramos un periodo de calma en el que el país prosperó y floreció artísticamente. En este periodo no había unidad política.
Italia se componía de alrededor de veinte estados que eran repúblicas, ducados y marquesados.
Los estados más grandes, salvo Venecia, estaban dominados por un príncipe que normalmente era descendiente de un Condottieri. Destacan  Este en Ferrara, Malatesta en Rímini y Sforza en Milán.
Debido a las rivalidades entre estados que deseaban Italia sobre todo por su riqueza y prestigio, la monarquía francesa y la Monarquía Universal Católica se disputaron la posesión de territorios estratégicamente imprescindibles.
Italia fue disputada por Francisco I y Carlos V durante la primera mitad del siglo XVI.
De entre los grandes estados destacan los Estados Pontificios donde el Papa, príncipe secular no poseía un poder tan grande como se pensaba.
En las ciudades se establecían los Condottieri que poseían títulos feudales dados por el Santo Padre.
El municipio romano aún tenía un espíritu republicano.
Destacaban la Curia, que se ocupaba del gobierno secular; un Cardenal Secretario encargado de los negocios exteriores y la Hacienda de la que se encargaba el camarlengo.
Además, el Papado quiso imponer su autoridad sobre sus dominios. En esta empresa destacaron Alejandro VI y Julio II.
El titular de la cátedra de San Pedro apoyó a uno de los contendientes en la lucha entre la monarquía francesa y Monarquía Universal Católica y el asedio de los turcos y lo hizo con su prestigio y sus recursos. También quiso frenar el avance turco.
Venecia era la más poderosa de las repúblicas aristocráticas ya que había logrado una gran expansión territorial.
Contaba con una Constitución que abarcaba los derechos de sus naturales así como unas instituciones prestigiosas.
Destaca la figura del dux o dogo, que era el jefe del Estado; el Gran Consejo se encargaba de la política exterior, de legislar y de nombrar cargos.
La nobleza era la poseedora de los cargos.
Venecia contaba con un bien ejército, sin embargo, tuvo un fuerte choque con el Imperio Turco con el que no pudo evitar la pérdida de colonias por turcos, sin embargo, hizo pactos para mantener su presencia económica.
La economía empeoró por la aparición de las Indias Orientales y el control de especias primero por Portugal y después por Holanda.
El ducado de Milán era de los más disputados de Italia. Carlos V crea una Constitución en la que el gobernador representaba al soberano y el Archicanciller presidía el Consejo Secreto.
Existía una asamblea, Congregationi di Stato, que limitó los poderes del Gobernador.
En Florencia los Mèdici acabaron con la inestabilidad social e hicieron reformas que dotaron al gobierno de fuerza y continuidad haciendo una República poderosa.
El ducado de Saboya difícilmente era considerado un estado Italiano. Durante Carlos III sufrió una dura crisis que aprovechó Francisco I para hacerse con territorios y el duque Manuel Filiberto recupera dichos territorios y gobierna como un soberano absoluto.
El Reino de Nápoles había sido español desde 1504 y en su conquista el soberano se hizo representar por un virrey. La administración provincial estaba en manos de Audiencias y la nobleza tenía un gran peso en la sociedad napolitana donde el feudalismo era como el de territorios europeos.


Patricia Sánchez Díaz.

2 comentarios:

  1. Está muy bien la interacción a partir del blog para que intercambiéis opiniones, abráis debates. Con ello conseguiréis aprender más entre vosotras, desarrollar inquietudes y mejorar la cohesión del grupo.
    Por cierto, también vale para subir nota.
    Atentamente,

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