martes, 16 de abril de 2013

La Ilustración Francesa

LA ILUSTRACIÓN FRANCESA  

 

La ilustración fue un movimiento ideológico-cultural defensor de la razón que se desarrolló por Europa desde el siglo XVIII hasta el inicio de la Revolución francesa (1789), aunque en algunos países se prolongó hasta los primeros años del siglo XIX. Al siglo XVIII también se le denomina como “Siglo de las Luces” ya que se guiaba por la luz de la razón. En Gran Bretaña se denominó Enlightenment, en Francia Les Lumières,  en Alemania Aufklärung, Ilustración en España.
Nació en Francia y será allí donde tendrá mayor repercusión. La Ilustración es una ideología y cultura elaborada por la burguesía europea en su lucha contra el absolutismo; es una postura crítica que adopta la burguesía frente al orden establecido. 

Podemos citar algunas características de la Ilustración como:

-          La exaltación del racionalismo. La razón y el espíritu crítico es la vía para llegar a la verdad y al bienestar personal. Solo es real lo que puede ser entendido por la razón. Todo lo irracional se considera falso e inútil, suprimiéndose así las supersticiones y prejuicios.

-          Búsqueda de la felicidad: Se considera que la Naturaleza había creado al hombre para que fuera feliz. Esta felicidad debía basarse en la propiedad privada, la libertad y la igualdad. Esta última entendida no como  igualdad económica, sino política y legal, es decir, igualdad ante la ley. También se defendía la educación para todos, sin embargo, no igual para todos , ya que variaba según la posición que se tuviera.

-          El optimismo: Por un lado, se piensa que la naturaleza es como una máquina perfecta; y por otro, se considera que la  historia supone la evolución progresiva de la humanidad, es decir, que el hombre va perfeccionando cada vez más con el transcurso de los siglos, pudiéndose llegar a una sociedad perfecta. Esta idea desaparecerá con la Primera Guerra Mundial.

-          El laicismo: La Ilustración no era laica como muchas veces se piensa, de hecho, muchos de los pensadores eran creyentes. Lo que sí que podemos citar es que algunas virtudes cristianas son transformadas en virtudes laicas: los ilustrados no hablan de caridad, amor al prójimo por amor a Dios, sino que emplean la palabra filantropía, amor al hombre por el hombre mismo. El carácter no religioso de la Ilustración se observa también en las lecturas de la época: en el siglo XVII los libros más editados eran  las vidas de santos y las obras de piedad; en cambio, en el siglo XVIII, fueron de filosofía y ciencias naturales. El hombre se vuelve también el centro del conocimiento.


En cuanto a Francia, el sistema político que predomina en el siglo XVIII es lo que se conoce como Despotismo Ilustrado: "Todo para el pueblo, pero sin el pueblo". Este sistema hizo que la Ilustración supusiera para Francia el movimiento precursor de la revolución de 1789.

Por ello, la Ilustración francesa tiene un gran contenido político y social. Su filosofía política está basada en el Derecho Natural de los hombres a la vida, la libertad y la propiedad. La misión del Estado sería defender los derechos del hombre, su libertad, seguridad y propiedad; por tanto, el Estado  debe ser representativo y liberal, basado en la igualdad y en la libertad y oponiéndose al absolutismo monárquico.
Los principales teóricos  políticos de la Ilustración francesa, y de la Ilustración en general, fueron los franceses Montesquieu, Voltaire y Rousseau.

Montesquieu (1689-1785) fue presidente del parlamento de Burdeos. Su obra principal fue “El Espíritu de las Leyes” de 1748, obra considerada, incluso,  como punto de arranque de la victoria intelectual de la Ilustración. En ella propone una nueva estructura de Estado, basada en un equilibrio de poderes. Defendiendo la conservación del poder ejecutivo para el rey, el legislativo recaería en una asamblea representativa del país (como el parlamento inglés),  y el judicial, ejercido por los  tribunales Así se evitaría el abuso de autoridad. 
 La división de poderes que proponía Montesquieu era totalmente contraria a la monarquía absoluta francesa. Su obra fue completada  desde otro punto de vista, por  Voltaire. Ambos fueron los ídolos de la generación que consolidó y desarrolló el triunfo del pensamiento ilustrado en Francia.

  Charles Louis de Secondat, Señor de la Brède y Barón de Montesquieu 

Voltaire (1694-1778) estuvo muy influenciado por del movimiento filosófico inglés en particular de Locke y los deístas y se hizo famoso por sus críticas contra la autoridad, principalmente contra la Iglesia, y por sus escritos ingeniosos y de gran agudeza crítica. Su lucha se desarrolló en  dos planos distintos: uno público y otro secreto. En el primero figuran “Essai sur les moeurs et l’esprit des nations (1756), un trabajo hecho a la medida de la burguesía  de que procedía, una filosofía laica de la Historia, y el “Dictionnaire philosophique”, con  el predominio de la razón sobre cualquier pasión o entusiasmo personal.
En el aspecto secreto del anonimato, la obra de Voltaire, iba en contra  de los principios sociales de la época, sobre todo de la religión cristiana. Fue gran enemigo de la Iglesia, y tenía el apoyo de enciclopedistas que seguían las corrientes deístas o naturalistas procedentes de Inglaterra.

 François Marie Arouet (Voltaire)

Rousseau (1712-1778) Es el primer pensador auténticamente democrático de la historia de Europa.
Su primera obra, publicada en 1749, causó enorme impresión ya que en ella se atacaba una de las tesis que defendían los ilustrados de que los adelantos científicos y técnicos no sólo mejoraban al hombre materialmente, sino también moralmente; es decir, hacían que el hombre se fuera haciendo cada vez más bueno. Frente a esto, Rousseau señalaba que la civilización, en lugar de mejorar al hombre, lo que hacía era corromperlo, porque la sociedad estaba estructurada de forma injusta; por tanto, si se quería mejorar al hombre, antes había que mejorar a la sociedad.

 Jean-Jacques Rousseau

Su obra más importante es “El Contrato Social”, de 1762, base del concepto contemporáneo de democracia, en la que dice que los hombres en un principio se encontraban en un “Estado de Naturaleza”, sin gobierno, sin leyes, ni autoridad; se trata de un estado de absoluta libertad, donde cada hombre hace lo que quiere libremente. Pero los hombres se dan cuenta de que para defender mejor su vida, su libertad y su propiedad deben agruparse y elegir a alguien que los gobierne. Y así  aparece el Estado. 

El Estado nace, por tanto, de un acuerdo libre entre los hombres que se han unido para designar al gobernante. Como éste ha sido elegido por el pueblo, en cualquier momento, cuando el pueblo quiera,  puede ser cambiado por otro. Al mismo tiempo, la misión de los gobernantes es cumplir la voluntad popular. Defiende, por tanto, la soberanía popular frente al absolutismo monárquico. La voluntad popular se averiguaría a través de elecciones en la que votaran todos los ciudadanos.

Con el objetivo de divulgar los conocimientos y teorías de la Ilustración, quedaron plasmados en la Enciclopedia francesa (1751-17669), editada por Diderot y D’alembert, con gran éxito en Europa e, incluso América.

Como conclusión debemos decir que la Ilustración francesa fue muy importante para Francia ya que después de la revolución, se consiguió aplicar muchos de los principios defendidos como la separación de la Iglesia y el Estado, la creación de una República de corte liberal, también se difundió la declaración de los Derechos del hombre y los Ciudadanos… y lo más importante, la destrucción del sistema feudal, sirviendo como ejemplo a otros países.
Carmen Quintero  


BIBLIOGRAFÍA


Libros: HISTORIA UNIVERSAL, SIGLO XVIII, Luis Miguel Encisco Recio, Instituto Gallach.

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